Reducir impuestos en la factura de luz: Clave para un consumo más limpio y económico
Las grandes empresas eléctricas están ejerciendo presión sobre el Gobierno para que elimine los impuestos y otros costes del recibo de la luz, especialmente en un momento en que los precios en el mercado mayorista están en picada, llegando incluso a ser negativos durante ciertas horas del día. Este llamado no es meramente altruista; más bien, las compañías están buscando promover el cambio de los combustibles fósiles hacia la electricidad. El consumo eléctrico en España ha alcanzado niveles históricamente bajos el año pasado.
Marina Serrano, presidenta de Aelèc, que incluye a tres de las principales eléctricas (Iberdrola, Endesa y EDP), ha argumentado la necesidad de revisar la fiscalidad energética para dejar de subsidiar los combustibles fósiles y eliminar los cargos que no están directamente relacionados con el suministro eléctrico. Esta revisión busca involucrar a los consumidores en la transición energética, fomentando la adopción de tecnologías más limpias como las bombas de calor y los vehículos eléctricos.
Desglose de costes en la factura de la luz
En la factura de la luz, además del precio de la electricidad en el mercado mayorista, se agregan diversos costes de suministro, como el transporte y la distribución, junto con otros costes adicionales relacionados con primas a las renovables más antiguas y la deuda acumulada del sistema eléctrico. A esto se suman una serie de impuestos que han estado fluctuando en los últimos años.
Por ejemplo, el IVA se sitúa actualmente en el 21%, mientras que el impuesto especial sobre la electricidad es del 5,11%, aunque temporalmente reducido al 3,8% hasta junio. También se aplica un impuesto del 7% sobre la producción de electricidad, que se sitúa en el 5,25% durante los próximos tres meses. Esta carga impositiva, según Serrano, contrarresta los beneficios percibidos por los consumidores debido a la reducción de los precios.
Situación actual de impuestos en España
Tipo de Impuesto | Porcentaje |
IVA | 21% |
Impuesto especial sobre la electricidad | 5,11% (temporalmente reducido al 3,8% hasta junio) |
Impuesto sobre la producción de electricidad | 7% (5,25% durante los próximos tres meses) |
El principal desafío radica en que si los consumidores no experimentan directamente una disminución en sus facturas de luz, es poco probable que estén motivados para cambiar sus patrones de consumo o adoptar nuevas tecnologías, como los vehículos eléctricos o las bombas de calor. Por lo tanto, se sugiere la implementación de medidas fiscales que impulsen este cambio, según Santiago Gómez Ramos, presidente de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).
Impacto de los costes fijos y variables en la factura de la luz
La discusión sobre la necesidad de reducir los impuestos y otros costes en el recibo de la luz ha generado un debate crucial sobre cómo afectan estos elementos al costo total de la energía para los consumidores. Si bien el precio por kilovatio hora (kWh) de electricidad es el componente más evidente en nuestras facturas de luz, es importante comprender que este no es el único factor que influye en lo que finalmente pagamos. Hay una serie de costes fijos, como los relacionados con la transmisión y distribución de la electricidad, que se suman al precio del kWh.
Sin embargo, además de estos costes operativos, los consumidores también deben hacer frente a una serie de impuestos y cargas adicionales que pueden representar una parte significativa de su factura total de luz. Entre estos impuestos se encuentra el IVA, que actualmente se sitúa en el 21%, así como el impuesto especial sobre la electricidad y un impuesto sobre la producción de electricidad. Estos impuestos pueden variar según la legislación vigente y las decisiones políticas, lo que puede afectar directamente a lo que pagamos por la luz.
Iniciativas Gubernamentales y futuro de la fiscalidad energética
A pesar de las demandas planteadas, el Gobierno aún no ha adoptado una postura definitiva al respecto. En diciembre de 2020, la vicepresidenta tercera y ministra encargada de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, propuso alterar el formato del recibo de la luz trasladando una parte de los gastos fijos a los carburantes y a la factura del gas, a través de un proyecto denominado el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico. No obstante, esta iniciativa no logró avances significativos y finalmente fue desechada debido a la disolución del Congreso de los Diputados en mayo del año pasado.
Los representantes de la industria eléctrica argumentan que reducir estos impuestos no solo haría más asequible la luz para los consumidores, sino que también fomentaría un cambio hacia tecnologías más limpias y eficientes, como los vehículos eléctricos y las bombas de calor. En este sentido, la revisión de la fiscalidad energética se presenta como una oportunidad no solo para aliviar el bolsillo de los consumidores, sino también para promover la eficiencia energética y la sostenibilidad en la transición hacia un modelo energético más sostenible.
Si los impuestos y otros costes en el recibo de la luz se ajustaran de manera adecuada, los consumidores podrían empezar a notar una reducción significativa en sus facturas, lo que podría incentivar un mayor consumo de energía proveniente de fuentes renovables. Esto es crucial para impulsar el uso de energía limpia en los hogares españoles y avanzar hacia los objetivos de sostenibilidad y mitigación del cambio climático. Además, entender cómo se estructuran las tarifas de luz y cómo afectan los impuestos y costes adicionales puede ser fundamental para ahorrar en luz, permitiendo a los consumidores elegir las opciones que mejor se adapten a sus necesidades energéticas y económicas.
La necesidad de revisar la fiscalidad energética y reducir los impuestos y costes adicionales en el recibo de la luz ha sido respaldada por las principales empresas eléctricas, que argumentan que esto ayudaría a hacer frente a los desafíos actuales del mercado energético y promovería la adopción de tecnologías más limpias y sostenibles. Sin embargo, hasta el momento, no se han tomado medidas concretas al respecto por parte del Gobierno, lo que destaca la importancia de continuar el debate y buscar soluciones que beneficien tanto a los consumidores como al medio ambiente.